Winks from the Universe: How to Recognize the Signs Meant Just for You:

Have you ever had one of those moments where something small almost unexplainable just hits different? Like seeing 11:11 right when you’re deep in thought… or hearing a random song on shuffle that feels like it was meant for you?

That’s what I call a wink from the universe.

They’re not loud. They don’t scream. They whisper. They feel like a soft nudge, a warm glance from something bigger than us. A reminder that you’re seen, you’re supported, and you’re exactly where you’re meant to be even if it doesn’t always feel like it.

What Do These Winks Look Like?

They show up in all kinds of ways:

• Repeating numbers (you already know 222 and 11:11 love to show up)

• Feathers in random places

• Butterflies when you’re thinking of someone you miss

• A stranger saying the exact words you needed to hear

• That inner feeling when something just clicks, even if it doesn’t make logical sense

Sometimes, they’re obvious. Other times, they’re gentle. But when your soul is open and paying attention, you start to notice just how often the universe is saying, “I got you.”

Why the Universe Sends These Signs

Because life gets loud. Stressful. Heavy. And when we’re in the thick of it, we forget we’re connected to something divine. These winks are the universe’s way of gently pulling us back to center back to faith, back to alignment, back to our own power.

They’re little checkpoints for the soul.

“You’re not alone.”

“You’re on the right path.”

“Keep going.”

That kind of love.

How to Welcome More Winks

• Slow down. Breathe. Get quiet enough to notice.

• Ask for them. Literally. “Show me a sign that I’m where I need to be.”

• Trust what you feel, not just what you see.

• Say thank you when they show up because they always will.

The Truth Is…

You’re not forgotten. You’re not lost. You’re not doing life wrong.

You’re learning. You’re expanding. You’re becoming.

And in the process, the universe is right there leaving you little breadcrumbs of love, truth, and magic.

So the next time something small tugs at your heart or makes you pause, let it. Smile. Breathe it in.

Because that wasn’t random.

That was a wink. Just for you.

11:11 Portal

✨Spanish✨

¿Alguna vez has tenido uno de esos momentos donde algo pequeño casi inexplicable simplemente te tocó el alma? Como ver el 11:11 justo cuando estás pensando en algo profundo… o escuchar una canción aleatoria que parece que fue escrita para ti.

A eso yo le llamo una señal del universo.

No son mensajes ruidosos. No gritan. Susurran. Se sienten como un empujoncito suave, una mirada cómplice desde algo mucho más grande que tú. Un recordatorio de que estás vista, estás acompañada y estás exactamente donde necesitas estar… incluso si a veces no lo parece.

¿Cómo se ven esas señales?

Aparecen de muchas formas:

• Números repetidos (el 222 y el 11:11 tienen su magia)

• Plumas en lugares inesperados

• Mariposas justo cuando piensas en alguien que extrañas

• Un desconocido diciendo justo lo que necesitabas escuchar

• Esa sensación interna de esto es, aunque no tenga sentido lógico

A veces son muy evidentes. Otras veces, son sutiles. Pero cuando tu alma está atenta, empiezas a notar cuántas veces el universo te está diciendo: “Estoy contigo.”

¿Por qué el universo manda estas señales?

Porque la vida se pone ruidosa. Pesada. Abrumadora. Y cuando estamos en medio del caos, se nos olvida que estamos conectadas a algo divino. Estas señales son su forma suave de traernos de vuelta a nuestra calma, a nuestra fe, a nuestro poder.

Son como pequeñas luces para el alma:

“No estás solo.”

“Vas por buen camino.”

“Sigue adelante.”

¿Cómo invitar más señales a tu vida?

• Baja el ritmo. Respira. Haz espacio para notarlas.

• Pídelas. De verdad. “Muéstrame una señal de que estoy donde debo estar.”

• Confía más en lo que sientes que en lo que ves.

• Da las gracias cuando aparezcan porque lo harán.

La verdad es…

No estás olvidado. No estás perdido. No estás fallando.

Estás creciendo. Estás despertando. Te estás transformando.

Y en ese proceso, el universo está ahí dejándote amor, magia y propósito.

Así que la próxima vez que algo pequeño te haga sonreír o te detenga el corazón un instante… déjalo ser. Respíralo.

Porque no fue casualidad.

Fue una señal. Solo para ti.

Love,

Marlene.